Con modestia y sencillez, sin zarandajas, este libro descubre al lector, la más humilde de las realidades, del amor y los paisajes. Y la gran belleza del Valle de Alcudia. La autora, ha puesto todo su empeño e ilusión para ensalzar a los carboneros y su duro oficio. Destacando el gran valor de sus mujeres y su espíritu luchador, en la defensa de sus hijos y de su chozo, que fue su hogar ante cualquier peligro o adversidad. Revitalizar el respeto a los mayores y despertar la admiración por el medio rural. Delatar la calidad de lo autentico, para que perduren por encima de todos nosotros y no caigan en el olvido. Las fotografías antiguas, son como ventanas abiertas a la vida de los carboneros, que dibujan la escasez de toda una época. Una rancia y rica herencia en imágenes, que la autora, ha sabido rescatar y conservar como un tesoro, para esclarecer nuestro presente que está reflejado en nuestro pasado.
El libro es un canto al Valle de Alcudia, a los carboneros y a la mujer. A las mujeres del alba, que lavaba en los arroyos de agua fresca y paría en los chozos de la forma más primitiva.