La filosofía política presenta una extraña peculiaridad cuando se la compara con otras ramas del quehacer filosófico: florece especialmente en tiempos de crisis, como los que vivieron Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes y Hannah Arendt. Por eso, todo hace pensar que en los próximos años seremos testigos de un auge de esta disciplina, aunque no podemos estar del todo seguros, porque, como dice un poeta, "hay quienes sufren sin aprender".

En este libro se habla del sentido de la política, del Estado y de la ciudad. Se busca mostrar que el Estado es importante, pero no es todo. El palabras de Hölderlin, su tarea es la de ser el muro alrededor del jardín. Dentro de él está lavida que nutre la política, pero esa vida requiere ser defendida y cuidada. Si el jardín se transforma en un yermo, si no hay vida en las familias, los barrios y las demás agrupaciones humanas, de poco servirán los muros protectores.