La monografía de Rafael Láinez Alcalá, 'Pedro Berruguete, pintor de Castilla', editada por Espasa Calpe en 1935, que sale de nuevo a la luz en 2003, en que se conmemora el V Centenario de la muerte del pintor, constituyó un hito en su tiempo. Fue el primer libro monográfico dedicado a un pintor castellano del siglo XV. Láinez Alcalá seguía con ello el camino iniciado por don Elías Tormo, que dos décadas antes, en 1914, había publicado el libro sobre Jacomart y el arte hispanoflamenco cuatrocentista, dedicado a este artífice valenciano, que fue pintor del rey Alfonso V de Aragón, al que siguió hasta Nápoles.

Aunque el objetivo de Láinez Alcalá fue hacer un ensayo crítico biográfico sobre el pintor de Paredes de Nava, por el que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1934, de manos de un jurado integrado entre otros por Manuel Gómez Moreno, Elías Tormo y Concha Espina, lo cierto es que superó ampliamente su propósito. Como señala el propio autor, su texto no es producto de una investigación nueva, sino que recoge los datos que se conocían entonces sobre la biografía de Pedro Berruguete y sobre sus obras. Se trata, por tanto, de una síntesis, en la que se incorporan los materiales publicados sin exclusión, lo que justifica que, desde el momento en que se editó, se convirtiera en una guía utilísima a la que acudir para descifrar la personalidad del pintor de Paredes de Nava y el 'estado de la cuestión' sobre él en el momento de su redacción.