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Talleyrand

Talleyrand
el «diablo cojuelo» que dirigió dos revoluciones, engañó a veinte reyes y fundó Europa

  • ISBN: 9788417623708
  • Editorial: Arpa Editores
  • Lugar de la edición: Barcelona. España
  • Colección: Historia
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 23 cm
  • Nº Pág.: 448
  • Idiomas: Español

Papel: Rústica
21,90 €
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Resumen

«Noble como Maquiavelo, sacerdote como Gondi, secularizado como Fouché, ingenioso como Voltaire y cojo como el diablo». Víctor Hugo, sobre Talleyrand

Personalidad enigmática y fascinante, con una formación eclesiástica que lo lanzó a las alturas de la Iglesia francesa, cuando tuvo la ocasión no tardó en trabar amistad con un joven Bonaparte, en el cual creyó ver el ejecutor de sus ideas y deseos para Francia: poner fin a la Revolución, reforzar el Estado, recrear una monarquía, y reconstruir el país y su economía en el marco de una Europa pacificada. Sin embargo, su alumno resultó más díscolo de lo que imaginaba.

Talleyrand, cuya ingente fortuna personal sabía muy ligada a la suerte del que había pasado a ser Emperador de los franceses, trató de pararle los pies hasta que las invasiones de España y Rusia acabaron con su relación. Su figura ha sido objeto de enconados enfrentamientos: las derechas lo odiaban por «traidor» a la Iglesia, a un emperador y a tres reyes, y las izquierdas lo veían como un fósil de la aristocracia y un plutócrata. Amigo de la broma y la mixtificación, vivió «ocultándose» como algunos filósofos antiguos, y ello se nota en sus memorias. En ellas, soberbiamente escritas, miente poco, pero calla mucho.

Roca-Ferrer arroja nueva luz sobre la vida del viejo aristócrata, que entendió como nadie los conflictos de su época. Se dio cuenta de que la irrupción del pueblo en el gran teatro del mundo iba a cambiar la historia, e hizo entrar en ella principios como los de la soberanía del pueblo, la legitimidad, la no intervención o la neutralidad.

Capítulo I
Los pies tuvieron la culpa
Capítulo II
Los años de estudio
Capítulo III
En la capital del mundo
Capítulo IV
Las mujeres del cura
Capítulo V
Ensayo general
Capítulo VI
La revolución, al An
Capítulo VII
El diablo toma el poder
Capítulo VIII
Una apoteosis paródica: la Aesta de la Federación
Capítulo IX
La Legislativa echa a andar
Capítulo X
Inglaterra sospecha
Capítulo XI
En el nuevo mundo
Capítulo XII
Tal para cual
Capítulo XIII
Camino de brumario
Capítulo XIV
Una piedra en el zapato
Capítulo XV
El hombre del primer cónsul
Capítulo XVI
Del Consulado al Imperio
Capítulo XVII
La batalla de los tres emperadores y sus consecuencias
Capítulo XVIII
Un regalo imperial, la confederación del Rin
y el An de un imperio
Capítulo XIX
El príncipe se aparta del Imperio a partir de Tilsit
Capítulo XX
Una farsa española
Capítulo XXI
Erfurt y un matrimonio inesperado
Capítulo XXII
1809: Un mal año para todos
Capítulo XXIII
1810-1811: Tiempo de divorcios, bodas y traiciones
Capítulo XXIV
1812: El principio del An
Capítulo XXV
1813-1814: El hundimiento (i)
Capítulo XXVI
1813-1814: El hundimiento (ii)
Capítulo XXVII
Nunca segundas partes fueron buenas
Capítulo XVIII
1814-1815: El congreso que bailó y acabó en susto
Capítulo XXIX
La bestia resucita
Capítulo XXX
El obispo en la oposición y un mal negocio
Capítulo XXXI
Unas cuantas muertes y un nacimiento misterioso
Capítulo XXXII
De cómo el veneno de la política alarga la vida
Capítulo XXXIII
Embajador en Londres
Capítulo XXXIV
Últimas andanzas en el mundo de los vivos
Epílogo: última pirueta y telón rápido

Resumen

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